Creo que, como entrenadores, debemos incidir más en que la gente diferencie el «estar fuerte» con el «ser fuerte». Pienso que hay una diferencia de concepto bastante importante.
Ser fuerte, a mi modo de entender, implica ser capaz de aplicar la fuerza suficiente para conseguir un objetivo motor. Ese objetivo motor va desde levantar más carga en un ejercicio hasta ser capaz de frenar la acción que realiza otro músculo, o la fuerza que nos aplica un rival durante una disputa de balón.
Estar fuerte, por contra, es parecer que haces todo lo que he mencionado antes, pero sin ser capaz de hacerlo. Sí, tener músculos muy grandes pero no ser capaz de estabilizar un valgo dinámico en un aterrizaje.
Habiendo explicado esto, creo que resulta evidente cuál es la opción más interesante para cualquier persona, desde mi abuelo que necesita evitar caídas y levantarse sin problemas del sillón, hasta un fondista que necesita aplicar más fuerza en cada zancada de su carrera.
Por ello, señores y señoras, TODOS NECESITAMOS SER MÁS FUERTES, NO ESTAR MÁS FUERTES.
No hay comentarios