¿Qué es el Control Motor?

“Pues será aquello que me permite controlar mis movimientos ¿no?”

Con la llegada del Marketing al mundo del entrenamiento los términos con los que nos dirigimos a aspectos de nuestras ciencias han ido cambiando.

‘Entrenamiento funcional’, ‘Ejercicio Correctivo’, ‘Core’, ‘Ejercicio Terapéutico’…

Se han empezado a usar en exceso conceptos vacíos que no terminan de describir aquello que queremos tratar.

Con el término y el concepto del Control Motor (CM) está ocurriendo algo similar.

Estudiar el CM es sinónimo de estudiar el conjunto de sistemas, subsistemas y vías que reciben, procesan e interpretan la información interna y externa al propio organismo y planifican, modulan y efectúan una respuesta motora acorde.

“Madre mía… he leído 3 veces el párrafo y sigo sin entenderlo”

Y no me he metido en mencionar las ramas de la ciencia que influyen (psicología, biomecánica, neurofisiología, fisiología energética…) sino no acabaríamos el artículo.

Ese párrafo tan intrincado lo que viene a decir es que el CM abarca muchos elementos que interaccionan antes, durante y después de ejecutar un movimiento (por muy simple que sea este).

Es decir, que hay muuuuchas ocasiones en las que, sin darnos cuenta, estamos hablando de CM.

“Explica mejor eso último, no sé si termino de pillarte.”

Responde mentalmente a unas preguntas.

¿Existe alguna diferencia entre un ejercicio de fuerza y un ejercicio de CM?

¿Crees que cuando quiero demostrarle a alguien que puedo abrirme de piernas (hacer un spagat) podría hablarse de CM?

Cuando hago a 20 repeticiones al fallo de curl de bíceps ¿ejecuto igual la primera ejecución que la última?

“Creo que voy pillándote.”

Querer entrenar el CM es algo tan poco específico como decir “voy a hacer un ejercicio de ciencias del deporte” (créditos a mi amigo y referente Antonio Piepoli por comentarme entre risas este ejemplo).

Es cierto que la fuerza se define como la capacidad de generar tensión, pero es difícil distinguir entre un ejercicio de fuerza y un ejercicio de CM.

Ahí está la magia de nuestras ciencias.

Ahí es donde entra nuestro sentido común.

Ahí es donde no debemos dejarnos llevar por las modas terminológicas y las expresiones ‘marketinianas’.

Por mucho que un gesto monopodal pueda parecer un ejercicio de CM, también lo es de fuerza. Y de propiocepción. Y, si cerramos los ojos y extendemos el cuello, de sistemas vestibulares. Y, si hacemos malabares a la vez, del circo.

El mensaje que quiero que te lleves de este artículo es que el movimiento es un fenómeno extremadamente complejo y absurdamente simple a la vez y como tal podemos crear términos complejos para referirnos a él y escuelas, corrientes y religiones alrededor suya.

Es nuestra responsabilidad darle la complejidad, simpleza y coherencia que se merece, apartándonos de modas y estrategias baratas de Marketing.

Y es nuestra responsabilidad no entrar en peleas terminológicas absurdas entre nosotros por referirse de formas distintas a una misma situación (siempre y cuando no se usen conceptos erróneos, como ‘Liberación Miofascial’).

 

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