RESISTENCIA A LA INSULINA

La sensibilidad a la insulina puede definirse como la capacidad que posee el organismo para detectar la acción de la insulina cuando ésta capta glucosa del torrente sanguíneo, con el fin de mantener una adecuada glicemia.
Por ello, presentar una correcta sensibilidad a la insulina conlleva que el organismo detecte de manera adecuada cuándo la insulina transporta glucosa hacia el resto de tejidos corporales, facilitándole así su entrada mediante proteínas receptoras.
Pero,

¿QUÉ PASA SI PRESENTAMOS RESISTENCIA A LA INSULINA?

Pues pueden pasar dos cosas: 1ª Que nuestro organismo no detecte el trabajo transportador de la insulina, por lo que no da señal a las proteínas receptoras de los músculos, tejido adiposo e hígado para que las introduzcan en sus respectivos tejidos; o 2ª que la insulina actúe de forma deficiente en la captación, transporte o depósito de glucosa. Ante ambas situaciones, el organismo responde de la siguiente manera: al no ser recibida la glucosa por los tejidos, el organismo manda al páncreas producir más insulina al presuponer que el fallo en la captación de glucosa por los tejidos proviene de un escaso nivel de insulina en la sangre, generando así hiperinsulinemia o hiperinsulinismo (elevada concentración de insulina en el torrente sanguíneo).
Este hiperinsulinismo puede provocar insulinoma o tumor en el páncreas (ocasionado por el excesivo trabajo al que está sometido),
insuficiencia renal (al someter al riñón a un trabajo mayor al habitual, pues tiene que eliminar toda esa insulina de más producida por el páncreas), ganancia visible de grasa corporal, hipertensión arterial o síndrome metabólico entre otras consecuencias. Y todo ello causado por la resistencia a la insulina.
Pero,

¿CÓMO SE LLEGA A SER RESISTENTE A LA INSULINA?

La resistencia a la insulina puede ser genética pero tiene un gran factor adquirido. El actual estilo de vida sedentario, carente de ejercicio físico, pausado y los vicios modernos como el tabaco, las comidas basuras (aunque hoy en día este término englobaría casi el 70-80% de la comida que consumimos y compramos, pues la gran parte está procesada y modificada con intereses económicos de por medio, pero no es el tema de este artículo), el azúcar procesado o el estrés son los principales causantes de éste y de muchos otros padecimientos o enfermedades.
Según varios estudios esta resistencia a la insulina puede ser causada por varias razones, pero las más frecuente son la
hiperlipidemia (elevados niveles de colesterol y triglicéridos en sangre) y los estados pro-inflamatorios ligados a la obesidad. Todo apunta a que es el exceso de ácidos grasos libres lo que asocia directamente la obesidad y la resistencia a la insulina o hiperinsulinemia, puesto que dichos ácidos grasos libres interceptan la interacción entre la insulina y los receptores del hígado,
tejido adiposo y músculo. Además, dicho exceso de ácidos grasos producen efectos tóxicos en el hígado y en el tejido adiposo, dando lugar a estados pro-inflamatorios.
Ahora bien,

¿QUÉ MEDIDAS HAY PARA COMBATIR DICHA RESISTENCIA INSULÍNICA O DICHA HIPERINSULINEMIA?

El remedio no es para nada complejo. Se trata de llevar a cabo todo el proceso contrario a lo que hemos citado anteriormente y que es causante de todos estos padecimientos. Con llevar una vida activa, libre de vicios insalubres y de alimentos procesado es más que suficiente. Pero no sólo para esto, sino para muchísimas otras patologías y enfermedades.
Explicamos por qué en este caso el ejercicio físico promueve una correcta sensibilidad a la insulina:
La glucosa que participa en el proceso que hemos descrito a lo largo del artículo es claramente dependiente de la insulina (pues gracias a ella es repartida por todos los tejidos), por lo que, si se es resistente a la acción de la insulina, dicha glucosa no es aprovechada correctamente.
Ahora bien, cuando realizamos ejercicio físico la glucosa se asimila de forma independiente a la acción de la insulina. Lo hace gracias a la AMPquinasa que, al disminuir los niveles de ATP/ADP y fosfocreatina a causa del ejercicio físico, trasloca el transportador GLUT 4 (proteína transportadora de glucosa localizada en adipocitos, músculos esqueléticos y miocardio y
dependiente de la insulina) haciendo que se aumente la captación de glucosa por parte del tejido muscular.
Tanto el ejercicio aeróbico como el anaeróbico resultan beneficiosos para una adecuada sensibilidad a la insulina y para un correcto
aprovechamiento de la glucosa por parte del organismo.
En cuanto al ejercicio aeróbico, este puede provocar una mejora de las concentraciones de insulina en la sangre (insulinemia), una
pérdida de grasa corporal o puede prevenir la progresión de la resistencia insulínica, todo depende de la intensidad y el volumen de entrenamiento. Es bastante aconsejable el empleo de HIIT (High Intensity Interval Training) o entrenamiento interválico de alta intensidad (en el que profundizamos en otros artículos) tanto para la pérdida de grasa corporal como para la correcta captación o utilización de glucosa. Se aconseja que siempre se comience de manera progresiva la actividad física para facilitar la adaptación del organismo a ella, sobre todo en individuos sedentarios o con baja condición física.
Por otro lado, la práctica de ejercicio anaeróbico conlleva bastantes beneficios. Es recomendable realizar ejercicios multiarticulares con rangos de repeticiones entre 6-12 y con una carga que represente entorno al 50-70%RM (Repetición Máxima) con el fin de reclutar el mayor número de fibras y grupos musculares y de provocar cierto estrés metabólico para promover la pérdida de grasa y la ganancia de masa muscular, así como un mayor aprovechamiento del glucógeno muscular y, por ello, una mejor tránsito de la glucosa por el organismo.
REFERENCIAS
http://www.medwave.cl/link.cgi/Medwave/PuestaDia/Congresos/1000
http://themedicalbiochemistrypage.org/es/insulin-sp.php
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/000396.htm
http://www.iqb.es/diccio/s/se.htm
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/21084931
http://www.entrenamiento.com/salud/entrenamiento-y-resistencia-a-la-insulina/

 

http://www.saludymedicinas.com.mx/centros-de-salud/diabetes/articulos/hiperinsulinismo-senal-de-problemas-para-el-pancreas.html

 

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