¿Por qué se lesiona el Ligamento Cruzado Anterior?

“¿LCA? ¿Qué es eso? Me suena a droga en pastilla…”

No, no es una droga. Es uno de los protagonistas en las lesiones de rodilla, muy frecuentes en deportes como el fútbol, baloncesto y voleibol, entre muchos otros.

El Ligamento Cruzado Anterior (LCA) es un ligamento presente en nuestras rodillas, concretamente uniendo el cóndilo femoral lateral con el cóndilo tibial medial. Si miramos la rodilla desde arriba, el LCA viaja desde la parte posterior y algo lateral hasta la parte anterior y algo medial. Además, presenta una torsión externa de sus fibras, lo que no es muy común mencionar pero clave en su desempeño biomecánico.

“Uf… ya empieza Tony con las palabrejas…”

No seas impaciente, primero os tenía que presentar. Ahora viene lo bueno.

Teniendo en cuenta la descripción anatómica del LCA podemos deducir su principal mecanismo lesional y, con ello, establecer ciertas pautas al protocolo de prevención.

“Pues yo no deduzco nada del párrafo ese”


Fíjate bien en las imágenes.

Si tenemos el ‘ojo biomecánico’ entrenado vemos lo que ya mencionábamos en el segundo párrafo: el LCA viaja de atrás a delante, ligeramente de lateral a medial y con una leve torsión.

Entonces, el principal mecanismo lesional que tendrá el LCA será:

  • Flexión de rodilla (lo estira más en el eje transversal)
  • Rotación Externa femoral (lo tuerce más)
  • Rotación Interna tibial (lo tuerce más)
  • Cizalla anterior de la tibia sobre el fémur (de nuevo, lo estira más en el eje transversal)
  • Valgo o aducción de la cadera sin que el pie avance en esa misma dirección (lo estira más en el plano frontal)

“Lo he leído 10 veces pero creo que ya he entendido el mecanismo”

Visualízalo en tu cabeza. Imagina una rodilla yéndose hacia dentro, torsionándose (con la tibia apuntando levemente hacia fuera y el fémur hacia dentro) y con una ligera flexión.

Aquí tienes una representación en 3D para ayudarte con la imaginación.

“Uf… me duele solo de imaginármelo”

Pues es más común de lo que imaginas.

Estudios epidemiológicos nos muestran que las mujeres que juegan a fútbol son las más propensas a padecer algún tipo de patología en el LCA, que hombres son los que más lesiones de LCA padecen (probablemente por un mayor porcentaje de participación) y que en deportes comparables en sexo las mujeres tienen más riesgos de lesión de LCA (1, 2).

Además, la edad y el tipo de deporte influyen en la incidencia lesional (1).

Un 37% de dichas lesiones se producen sin contacto con un rival y un 76% pasan por el quirófano (1).

“Un 76% son muchas…”

Muchas.

Es por eso por lo que establecer un buen protocolo de prevención es de vital importancia en multitud de deportes.

“Seguro que no es para tanto…”

¿Tu deporte involucra saltos?

¿Y cambios de dirección?

Entonces te conviene prevenir.

“Vale, me has pillado. ¿Y cómo prevengo esas lesiones del LCA?”

Lo vemos en el siguiente artículo.

Pero te adelanto que con controlar unas cuantas variables vas a tener mucho terreno ganado.

“¡No puedo esperar a leerlo!”

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REFERENCIAS

1- Gans, I., Retzky, J., Jones, L., & Tanaka, M. (2018). Epidemiology of Recurrent Anterior Cruciate Ligament Injuries in National Collegiate Athletic Association Sports: The Injury Surveillance Program, 2004-2014. Orthopaedic Journal Of Sports Medicine, 6(6), 232596711877782. doi: 10.1177/2325967118777823

2- Joseph, A., Collins, C., Henke, N., Yard, E., Fields, S., & Comstock, R. (2013). A Multisport Epidemiologic Comparison of Anterior Cruciate Ligament Injuries in High School Athletics. Journal Of Athletic Training, 48(6), 810-817. doi: 10.4085/1062-6050-48.6.03

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